Si está planeando comprar su primera vivienda este año o una nueva televisión en los próximos meses, probablemente no necesite preocuparse mucho sobre la inflación. Si tenía un presupuesto de 240.000 $ para su casa pero al final le costó 245.000$, o si terminó pagando 450 $ por su televisión que costaba 400 $ las pasadas Navidades, el sobreprecio puede ser indeseado, pero probablemente no será un trastorno grande en sus planes (y dado que el precio de la vivienda ha estado bajando durante estos últimos años y que los electrodomésticos no paran de mejorar y de abaratarse es muy probable que no encuentre ninguna inflación a corto plazo)
Pero cuando se trata de su jubilación, no se está realizando una compra en un momento concreto. Aunque podría pasar varios años antes de que realmente se jubile, no tener en cuenta el alza de los precios cuando está planeando su retiro puede convertirse en la diferencia entre, lograr cómodamente sus objetivos financieros o estar luchando por compensar un déficit cuando ya es demasiado tarde para realizar cualquier cambio.