¿Por qué los inversionistas prefieren los valores de crecimiento?

Entre 2003 y 2007 los títulos value batieron a los growth, pero la cosa ha cambiado desde entonces 

Morningstar 18/07/2013
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Desde el inicio de la crisis financiera los inversionistas han privilegiado los valores “growth” de crecimiento visible y de calidad en detrimento de las compañías baratas o “value” (vea gráfico).

"Nueva Normalidad"

La quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 y la recesión que siguió forzó el desendeudamiento del conjunto de los agentes económicos, erosionando el potencial de crecimiento de la mayoría de países desarrollados y afectando hoy en día en crecimiento de las economías emergentes.

Algunos comentaristas han calificado de “nueva normalidad” para calificar a esta situación de crecimiento duraderamente flojo. Hasta a la fecha las inyecciones masivas de dinero por parte de los bancos centrales no han conseguido realmente reconducir a los países desarrollados hacia la vía de un crecimiento más sostenido (los Estados Unidos se está recuperando lentamente, Europa está en recesión y el mundo emergente se está ralentizando).

En este contexto el crecimiento visible ofrecido por algunas compañías – presentes en sectores como el de lujo, las bebidas, los productos e higiene y belleza a la salud – ha sido muy demandado por los inversores. Hasta muy recientemente estos títulos también han sido buscados por sus características próximas a las de las obligaciones (visibilidad sobre el cupón, bajo riesgo de default).

La calidad tiene un precio

“La lógica para los inversionistas que atribuyen un sesgo de calidad a sus postafolios siempre es pertinente”, decían los estrategas de Citi en una nota del 4 de julio pasado. “En un mundo donde los riesgos macroeconómicos permanecen, seguimos privilegiando los valores de calidad por su capacidad a ofrecer crecimiento de los beneficios, rentabilidad y apreciación de sus cotizaciones.”

 

David Finch, estratega de Exane BNP Paribas, considera incluso que está justificado pagar ciertos títulos realtivamente caros teniendo en cuenta el potencial de crecimiento ofrecido a largo plazo: “Pagar 20 veces resultados para una empresa que tendrá un crecimiento del 20% en los próximos 10 años representa una inversión deep value. Pagar 5 veces los beneficios para una empresa cuyos resultados serán nulos en los próximos cinco años no lo es, escribía en una nota del 15 de julio.

En definitiva la calidad se paga y mientras el crecimiento permanezca incierto los títulos de calidad tienen todas las papeletas para seguir siendo los valores preferidos por los inversionistas.

 

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