¿Un ETF mono-país?

¿Interesa invertir en un ETF centrado en un solo país?

Fernando Luque 10/12/2010
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Uno de los múltiples usos de los ETFs es que permiten tener exposición a un determinado país de forma cómoda y rápida para diversificar una cartera o, incluso, especular con el crecimiento económico del país en cuestión. Para muchos inversores invertir en un ETF que replique el comportamiento de un determinado índice nacional es una opción mucho más interesante que comprar directamente valores de ese país ya que es mucho más eficiente comprar un ETF que construir una cartera de varios valores.

Pero esto no significa que puede lanzarse a comprar ciegamente cualquier ETF mono-país sin hacer sus deberes. Además de examinar los ratios de gastos totales, los costes de trading y elegir entre un ETF de replicación física y uno basado en swaps, los inversores deben analizar la composición del ETF en cuestión antes de lanzarse a comprarlo.

Existen aproximadamente 200 ETFs mono-país que cotizan actualmente en los mercados europeos, desde productos que siguen a grandes economías como Estados Unidos o China hasta los que se especializan en pequeños países como Finlandia o Bélgica.

Mientras los ETFs de grandes países están diversificados de forma natural, los ETFs especializados en pequeños países tienden a estar muy concentrados. En algunos casos, una sola compañía puede dominar el mercado de un país pequeño. Por ejemplo, la capitalización bursátil de Nokia es aproximadamente un tercio de la capitalización total del mercado de Finlandia. Aunque se trata de un ejemplo extremo, es una circunstancia que los inversores deben tener en cuenta cuando analizan los ETFs mono-país.

Una manera de mitigar el problema del excesivo peso de una compañía en un ETF es simplemente limitar la exposición al país en concreto. Estos ETFs siguen a su benchmark como cualquier ETF salvo que el peso de cada compañía no puede superar un determinado porcentaje. En algunos casos, el propio índice está limitado.

Para volver al ejemplo de Finlandia, el índice Helsinki 25 limita al 10% el peso de cada uno de las compañías que lo constituyen. En realidad, la mayoría de los ETFs que cotizan en Europa están de alguna forma limitados ya que según la normativa UCITS el peso de cada constituyente no puede sobrepasar el 10% del patrimonio total y el peso de los cinco mayores valores tiene que ser inferior al 40% del total del activo.

Principales ETF's mono-país

Fuente: Morningstar Direct

Aunque esta limitación ayuda, algunos ETFs mono-país siguen estando concentrados en un sector particular. El elevado peso de compañías energéticas, de telecomunicaciones o financieras puede hacer que el índice se encuentre muy expuesto a estos sectores.Por ejemplo, el índice Dow Jones Turkey Titans tiene más de la mitad de sus activos dentro del sector financiero.

Este fenómeno no se limita sólo a las economías más pequeñas. También puede ocurrir en grandes países emergentes como Brasil (el índice Bovespa tiene cerca de un 25% en dos gigantes de materias primas como Petrobras y Vale), o incluso en economías más desarrolladas como Australia (el índice S&P ASX 200 tiene más de la mitad de sus activos en las 10 principales compañías; además, las empresas financieras e industriales constituyen cerca de los dos tercios a nivel sectorial). Incluso si tiene una visión favorable sobre un determinado sector, en la mayoría de los casos es mejor apostar directamente por este sector a través de un ETF sectorial que puede aportar una mayor diversificación a nivel global.

Dicho esto, si está interesado en diversificar su exposición a divisas, un ETF especializado en un país puede ser una manera efectiva de conseguirlo. Aunque existen ETFs especializados por divisa, en general es mejor jugar la carta de los ETFs de acciones que operan en esa divisa. Con un ETF de renta variable no sólo puede ganar con la divisa sino también con las revalorizaciones de las acciones y los dividendos; en los ETFs de divisas sólo estará expuesto a las variaciones de tipos de cambio, una estrategia que preferimos dejar a los traders profesionales.

Una vez que ha decidido en qué país invertir, empieza el verdadero trabajo. En términos de proveedores de índices para ETF de países específicos, MSCI, DJ y FTSE son los grandes dominadores ya que representan cerca del 60% de todos los índices seguidos. El resto tienden a ser índices de bolsas específicas como el NASDAQ en Estados Unidos o el DAX en Alemania.

En un mercado tan grande como Estados Unidos no sólo existe la opción de distintos índices a los que seguir, sino que también tiene la posibilidad de apostar por fondos de grande, de pequeña o de mediana capitalización, fondos de alta rentabilidad por dividendo, fondos apalancados, fondos inversos, etc. Asegúrese de analizar el impacto sobre su cartera global al elegir alguna de estas opciones ya que para diversificar correctamente debería incluir exposición a diferentes capitalizaciones de mercado y diferentes estilos.

En Europa, después de los ETFs sobre el DJ Euro Stoxx 50, los más populares entre los inversores son los que replican al DAX. Esta popularidad hace que estos ETFs sean una buena opción porque eso significa no solo que hay distintos ETFs disponibles por parte de los grandes proveedores, sino que unos altos volúmenes y una fuerte competencia entre los distintos creadores de mercado se traduce en unos diferenciales estrechos.

Existe suficiente interés por parte de los inversores en grandes países como Alemania como para proporcionar una amplia liquidez, pero los países más pequeños con mercados de capitales menos desarrollados pueden tener alguna dificultad en atraer la atención de los inversores institucionales con grandes sumas de dinero que distribuir. Esto puede conducir a unos elevados spreads o diferenciales entre compra y venta para algunos ETFs centrados en estos países y puede dificultar la venta en caso de caída brusca de los mercados.

Puede haber un sitio en su cartera para ETF centrados en un solo país, pero selecciónelos cuidadosamente. Debido a su concentración en una economía, una divisa, un sector o compañía específica, estos fondos no se benefician de la diversificación, la principal ventaja de los ETFs como vehículos de inversión.

Esa menor diversificación implica que uno asume un mayor riesgo. Aunque este efecto puede verse amortiguado si uno invierte en varios ETFs que siguen a distintos índices de diferentes países, pensamos que en la mayoría de los casos los grandes ETFs regionales como aquellos que replican a los índices DJ Stoxx deberían conformar la base de la cartera de renta variable de los inversores.

 

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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